Diego Velázquez

(Sevilla, 1599 – Madrid, 1660)
Biografía del artista

Inmaculada Concepción, h. 1617

Óleo sobre lienzo

Fundación Fondo de Cultura de Sevilla

Esta Inmaculada constituye una obra clave en el engranaje artístico fraguado en torno al taller del pintor Francisco Pacheco en un momento fundamental para la eclosión del naturalismo sevillano entre 1616 y 1618. Desde el momento de su aparición en el mercado artístico internacional en 1990 suscitó un encendido debate en torno a su atribución, que oscilaba entre Alonso Cano y el joven Velázquez, cuando ambos compartían aprendizaje en el taller de Pacheco. No obstante, los últimos estudios técnicos realizados en el Museo Nacional del Prado han evidenciado que la riqueza y densidad cromática de esta obra están en directa relación con las primeras obras seguras de Velázquez como la Inmaculada de la National Gallery de Londres, o la Adoración de los Magos del Museo Nacional del Prado, fechada en 1619.

Siguiendo las directrices iconográficas establecidas en el tratado de pintura de su suegro y maestro, el pintor representa a la Virgen como una joven en pie sobre un globo transparente que simboliza la luna, suspendida en una masa luminosa de nubes, y ante un paisaje casi nocturno en el que se advierten los símbolos marianos tradicionales. La concepción artística es, sin embargo, completamente nueva, fruto de un proceso de meditación personal y de observación directa de la naturaleza y del mundo real. Su configuración volumétrica, con unos perfiles cortantes y fuertemente definidos, y un modelado firme en rostro y manos, conducen igualmente a situar esta obra entre las primeras experiencias pictóricas del joven Velázquez.
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