Francisco Varela

(Sevilla, h. 1580 – 1645) Retrato de Juan Martínez Montañés, 1616 Óleo sobre lienzo. Ayuntamiento de Sevilla 

El escultor Juan Martínez Montañés fue gran amigo de Francisco Pacheco, quién colaboró en la policromía de muchas de sus obras, y probablemente su escultura y la atención al clasicismo fue un gran revulsivo para el joven Velázquez. El autor de esta pintura, Francisco Varela, también trabajó en la ciudad en la órbita del suegro y maestro de Velázquez, desarrollando un estilo de dibujo preciso y volúmenes contrastados que podemos considerar precedente del tipo de naturalismo experimentado por Francisco de Zurbarán. El lienzo, fechado en 1616, es además un testimonio perfecto del género del retrato en Sevilla evidenciando, sin duda, que el protagonista fue un personaje clave en el círculo de Pacheco, además de un referente para los comitentes sevillanos de su tiempo. Vestido de negro, con el único resalte blanco de su cuello de lechuguilla, el escultor se encuentra inmortalizado mientras modela en barro una de sus obras maestras, el san Jerónimo del Monasterio de San Isidoro del Monte en Santiponce, y mirando directamente al espectador, en un gesto que reivindica el trabajo intelectual de la escultura.