Francisco Pacheco

(Sanlúcar de Barrameda, 1564 – Sevilla, 1644)
Biografía del artista

Santa Inés, 1608

Óleo sobre tabla

Museo Nacional del Prado, Madrid

Esta tabla procede del mismo conjunto que su compañera santa Catalina, también presente en el Centro Velázquez, y comparte con ella sus mismas vicisitudes históricas, aunque es la única que está firmada y datada en 1608. Ambas corresponden a un momento de plenitud en la carrera artística de Pacheco, que se encontraba en su mejor periodo creativo. A pesar de seguir ancladas en esquemas manieristas, se evidencia una evolución de sus formas hacia una mayor contundencia volumétrica, y sobre todo a un superior grado de refinamiento cromático y preciosismo pictórico que mitiga la frialdad y rigidez manifiesta de otras obras.

Pacheco representa a la santa de pie, ante un paisaje montañoso y con mirada ensimismada. Porta sus atributos habituales, la palma de mártir y el cordero, que alude tanto a la similitud de su nombre latino con el “Agnus Dei” como a su humildad y mansedumbre. Además el pintor se inspira en el pasaje narrado en la Leyenda Dorada según el cual la santa habría rechazado las joyas que le ofreció el hijo del Prefecto de Roma, que la pretendía, señalándole que no podía aceptarlos porque tenía un novio celestial que le había puesto su anillo en la mano derecha –tal como lo representa el pintor-, una sarta de piedras preciosas en el cuello, y que le había revestido con un manto tejido con hilos de oro, de ahí la insistencia en la descripción minuciosa de joyas y bordados de la que hace gala el pintor.