La Fundación cederá dos obras del pintor sevillano: Santa Rufina y la Inmaculada. El Hospital de los Venerables acogerá durante estos meses El Cristo atado a la columna con San Pedro, de Pedro de Campaña y una Inmaculada, de Pacheco.
Sevilla, 20 de octubre de 2014. – La Fundación Focus-Abengoa ha anunciado hoy que participará en la gran exposición internacional sobre Velázquez que tendrá lugar en Viena y Paris. Cederá para la muestra sus dos Velázquez: Santa Rufina y la Inmaculada, dos significativas obras de la etapa sevillana del pintor. Con ocasión de este préstamo temporal, la Fundación Focus-Abengoa ha presentado dos nuevos depósitos que se incorporarán a la colección permanente del Centro Velázquez, que podrán contemplarse hasta julio de 2015 en el Hospital de los Venerables, sede de la Fundación. Para ello, la Fundación ha firmado un acuerdo de cesión temporal con el Arzobispado de Sevilla y la Archicofradía Sacramental de la Exaltación de la iglesia de Santa Catalina de Sevilla.
El acto ha contado con la presencia de Anabel Morillo, directora general de la Fundación Focus-Abengoa; Fernando García Gutiérrez, S.J., delegado diocesano de Patrimonio Artístico; y Emilio Gómez Piñol, catedrático de Historia del Arte.
Así, la Fundación Focus-Abengoa colaborará con el préstamo de las obras Santa Rufina e Inmaculada de Velázquez a las prestigiosas exposiciones que durante el otoño de 2014 y primavera de 2015 le dedicarán al artista en Viena, en el Kunts Historisches Museum Wien, en la que será la mayor retrospectiva que se haya hecho nunca en Europa central, y que posteriormente podrá verse en París en el Museo del Louvre. La ciudad de Sevilla estará representada por la Fundación Focus-Abengoa con dos de sus principales obras, que convivirán con pinturas tan importantes como La Fragua de Vulcano, del Museo Nacional del Prado; La Venus del espejo, de la National Gallery de Londres; o El Aguador de Sevilla, de la Wellington Collection Apsley House de Londres.
Durante los meses que duren estas citas internacionales, el Centro Velázquez se enriquecerá con el préstamo del Cristo atado a la columna con San Pedro, de Pedro de Campaña, una de las mejores pinturas del renacimiento sevillano, cedido por la Archicofradía Sacramental de la Exaltación de la iglesia de Santa Catalina de Sevilla; y la Inmaculada, de Francisco Pacheco, cedido por el Arzobispado de Sevilla. Se trata de una magnífica oportunidad para poder contemplar dos cuadros que habitualmente no se pueden admirar, bien por encontrarse en dependencias privadas del Palacio Arzobispal, como ocurre con la obra de Pacheco, o bien por encontrarse en restauración la iglesia de Santa Catalina, de donde procede la tabla de Campaña.
En el lugar de la Santa Rufina, la presencia ahora del Cristo atado a la columna con San Pedro, de Campaña, contribuye a suplir la influencia que Velázquez tuvo de los maestros flamencos asentados en Sevilla. La obra se fecha en 1547 y permite conocer el protagonismo que tuvo la pintura del norte de Europa durante la etapa formativa de Velázquez en el taller de Francisco Pacheco. La imponente figura del Cristo atado a la columna es silenciosa, contemplativa, sin estridencias. Su ponderada dramatización proviene de un suave claroscuro que difumina los contornos de la idealizada anatomía de clara inspiración en la escultura clásica y acredita al virtuoso dibujante que fue Pedro de Campaña. Con ocasión de la muestra celebrada en 1999 en Sevilla, y comisariada por Juan Miguel Serrera y Alfredo Morales, la tabla fue restaurada por el Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico y su majestuosa presencia abría la exposición. Campaña fue el más renombrado pintor del panorama artístico del XVI, el propio Pacheco lo incluyó en su Libro de verdaderos retratos. Velázquez admiró su concepto de retrato, realizado con gran verismo, como se observa en la naturalidad de los dos devotos arrodillados a la izquierda de la composición, que se sitúan en lo mejor de la producción retratística de Campaña, donde consigue plasmar la expresividad de un rostro en oración.
Por su parte, la Inmaculada, de Francisco Pacheco, marcará el modo de los artistas posteriores al describir este misterio de la Virgen, convirtiéndose en uno de los prototipos a seguir por los pintores sevillanos del siglo XVII. En el paisaje de la parte inferior del cuadro están descritos los atributos y advocaciones dela Virgen en la Escritura. Velázquez incorporará su fiel atención a lo real y a las novedades ópticas en sus Inmaculadas, la de National Gallery en Londres y la de Focus-Abengoa,en Sevilla, acompañándole el resto de su vida. La imagen que ahora se expone, quizás sea la más sencilla de todas las que pintó el maestro, si la comparamos con las demás que se conservan en Sevilla pintadas por él y que incorporan un retrato a sus pies.
La Fundación Focus-Abengoa creó en el año 2008 la colección permanente del Centro Velázquez, hoy convertido en un espacio modélico de recuperación del patrimonio perdido de la ciudad. La adquisición del lienzo Santa Rufina, de Velázquez inició un compromiso de rescate patrimonial, que supuso un salto cualitativo que dio origen al Centro de Investigación Diego Velázquez, considerado referente internacional de la pintura y escultura del primer tercio en la Sevilla del naturalismo. Esta labor ha sido reconocida internacionalmente.
El Centro Velázquez es hoy un espacio único de reflexión y estudio de la etapa sevillana del joven pintor, exhibiendo obras maestras que se van alternando con el objetivo de entender cómo fueron los precedentes y qué influencias recibió Velázquez, así como las repercusiones de su producción. En suma, la Fundación Focus-Abengoa ofrece a los visitantes una oportunidad única de poder contemplar dos obras maestras de la pintura sevillana que pertenecieron al universo pictórico que rodeó a Velázquez en su etapa de formación. El pintor a lo largo de su dilatada y fecunda trayectoria siempre mantuvo hilos de continuidad con la memoria y las experiencias vitales de sus años en Sevilla.