Bartolomeo Cavarozzi
Sagrada familia, h. 1620
Óleo sobre lienzo
Fundación Fondo de Cultura de Sevilla
La obra del italiano Bartolomeo Cavarozzi, seguidor de Caravaggio, es crucial para entender el realismo en la pintura de Velázquez, ya que viajó a España entre 1617 y 1619, y con bastante seguridad el joven sevillano tuvo que ver obras suyas en la ciudad. Por su sentido íntimo y su fuerte impronta devocional, en parte afín a la piedad española, esta pintura podría tratarse de un encargo para un oratorio o altar en capilla de fundación privada. Al poder contemplarla junto a las obras del joven Velázquez, el espectador puede disfrutar de un repertorio visual y un preciosismo cromático inigualable que permite reconstruir el universo pictórico que alimentó su pintura coincidiendo con su etapa formativa. El intenso naturalismo de matriz caravaggiesca que se percibe en las figuras de san José, la Virgen y el Niño convive a la perfección con las primeras obras del joven Velázquez. De este modo, se puede explicar su importancia como uno de los principales catalizadores de la pintura realista en España.